Sombras

sábado, mayo 01, 2010

CERVERA DEL RIO ALHAMA – Iglesia de Santa Ana y vista del barrio

12 P. 61X46
Año 2005



El día era esplendoroso, sin aire y con un sol luminoso era por Semana Santa de este año 2010, no tenía nada que ver con este día invernal nevado del día 27/12/2004 que pertenece este cuadro pintado un año después.
Los años vividos empiezan a pesar, suman 78. Me levante, desayune, me puse la máquina de hacer fotos en bandolera y le dije a Luisa (mi esposa); me voy al castillo hacer fotos, de momento no reaccionó hasta que me vio que ya estaba apunto de salir a la calle y la cosa iba en serio, entonces me dijo toda la retahíla de frases hechas: -no vayas que ya eres muy mayor- te vas a caer- el castillo esta muy mal- la senda del camino esta mal- etc. la escuche a medias, pero yo a lo mío. Cogí la calle Baltasar Álvarez y poco apoco hacia arriba como si escalara el Everest, me pare dos o tres veces no por un cansancio excesivo sino por contemplar de nuevo el paisaje del barrio de San Gil y hacer fotos, coroné la cima y me sentí un poco montañero, sólo me faltaba hincar el banderín del club en algún lugar del castillo, las vistas de Cervera del Río Alhama eran preciosas tanto por la parte de San Gil como por la parte de Santa Ana sin olvidar el barrio de Nisuelas, me arte de hacer fotos con la máquina de fotografiar digital, con eso que puedes hacer tantos clicks y después te olvidas que tienes que revelar, es una maravilla, no se si las fotos tienen más o menos calidad que la foto tradicional de carrete, supongo que cuando se paso de la placa de cristal (daguerrotipos) al carrete a los usuarios de entonces les parecería un gran avance y comodidad dejar las placas, con el carrete siempre tienes que calcular mucho más la foto, se acaban pronto y hay que dar preferencias a la foto que vas a escoger.
Cuando me canse de dar unas vueltas por dentro del castillo, entrar en la Cueva de la Luna hasta el final donde empiezan las escaleras que van a parar al Río Alhama, que yo no vi pero que uno se puede imaginar que, sí, allí están, con la vista de la cueva ya dí por terminada la visita al interior del castillo. Empecé a buscar la salida, que encontré, pasando por el agujero del muro o muralla, seguí por el lateral del muro hasta que llegue a divisar la Iglesia del Barrio, cogí el sendero que va a parar primero a la casilla cueva Ochoa para seguir bajando a la calle Juana Jiménez, lo malo fue que la bajada no estaba tan simple como la senda de subida, aquí si tuve que emplear los cinco sentidos y más de una vez agarrarme en los salientes de roca del camino, por que está muy mal para una persona de mi edad, hace años que esta mal, antes no lo notaba tanto, cada vez va a peor el camino y yo, si alguien no le pone un poco de cariño a estos pequeños arreglos y detalles, al final se van deteriorando, personas un poco mayores nos será difícil el poder contemplar Cervera desde lo alto. Los años vividos empiezan a pesar, suman 78.
Hoy he hablado poco del cuadro supongo que cada uno puede sacar su conclusión a unos no les gustará, a otros les parecerá bien y otros incluso puede que le vean arte, solamente puedo decir que cuando pinto siempre le pongo todo el cariño e intento darle calor aunque sea en pleno invierno y los colores sean tan fríos.

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