Sombras

domingo, febrero 13, 2011

CERVERA DEL RIO ALHAMA – Calle Sinsalida

P-8 46X33
Año 2007

Una calle que se remonta a tiempos pasados del barrio de Santa Ana, la laman calle Sinsalida aunque su nombre verdadero es: Callejón de la Virgen del Pilar, no se si a causa de los tiempos en que nos movemos motorizados a cogido el topónimo de Calle Sin Salida o en la lejanía tenía ya este nombre. Lo seguro es que si tu vas andando por esta calle encontrarás salida por diferentes sitios, algo estrechos para carruajes, pero con suficiente sitio para persona o caballería. El día de la virgen del Pilar esta calle celebra su fiesta en honor a Virgen, al fondo de la calle hay una hornacina con la Imagen de la Pilarica en la fachada donde en tiempos estaba ubicada la Fábrica de Lonas para Barcos de Vela de la Armada Española, que con tanta ponderación escritores cerveranos en algunos de sus libros nos comentan,.


Texto sacado de la página del Ayuntamiento de Cervera
(Fama que tuvo su mayor esplendor durante los siglos XVI a XIX, cuando la fabricación de lonas para los buques de la marina mercante o la Marina Real desplazó a las elaboradas en Holanda. Se cuenta, incluso, que las velas de los barcos de la Armada Invencible fueron realizadas en Cervera)
En mi juventud he trabajado algunos años en el ramo textil como contramaestre además de haber estudiado la teoría de tejidos. En Cervera estuve trabajando en la fábrica de lonas de alpargatas del Juanillo, me comentaron la historia de las lonas que se fabricaban en Cervera aunque nunca he visto funcionar la fábrica como de tejidos de la calle Sinsalida, mis recuerdos sólo empieza en el año 1954, es cuando yo conocí Cervera del Río Alhama y me engancho para siempre.

En mis tiempos en el pueblo y en toda la piel de toro, no digo que se viviera mejor que ahora, había quien lo pasaba mal, algunos... incluso bien y quien no tenia ningún recurso para nada, lo mismo que ahora esta pasando, pero con menos estrecheces que en los tiempos de mi juventud, si tenéis ocasión de mirar fotos de antaño, veréis las caras y cuerpos de la mayoría de personas chupadas de cara y magras de cuerpo, y no era porque el trabajo les agobiara, es porque la comida escaseaba, si lo comparas con las fotos de ahora, seguro que nos hemos pasado un montón, estamos gordos, fofos, la grasa se nos sale por todos los lados, incluso los más necesitados.

Cuando he comentado mis pequeños relatos sobre que trabajé en la fábrica del Juanillo como encargado de la fábrica de lonas para alpargatas, motivo por el cual conocí este pueblo, de esta lona estrecha de medidas diferentes se cortaban los tomos que las mujeres cerveranas cosían y acoplaban a la suela de cáñamo o de yute, dejando lista la alpargata para su venta. Allí trabajé durante un año y la fábrica funciono. Deje Cervera y me volví ha Barcelona, en aquellos momentos se pasaban estrecheces y era cuestión de asegurar el porvenir, ya que me enamore de una joven cerverana y quería formar una familia duradera, y así ha sido.

Con esto del hambre y la forma de vivir del momento, les voy a contar una vivencia que nos paso en la fábrica y compartimos los que en aquel momento trabajábamos.
Un compañero me dijo que el dueño, que era cazador, le había mandado enterrar dos jamones de jabalí por considerar que estaban mal ya que le habían salido algunos gusanos a consecuencia de que la mosca verde había dejados sus larvas en dichas patas. Le dije al compañero que las desenterrase, así lo hizo, se las dimos ha las mujeres de la fábrica para que ellas con su destreza las limpiaran bien y las volvieran a cubrirlas con pimentón y sal... las dejamos en el secadero de la fábrica unas dos semanas, cuando las sacamos estaban en perfecto estado, por lo menos es la conclusión que llegamos todos. Aquel sábado al dar de mano fuimos al bar-taberna del “Tío Chiquito” allí comió jamón todo Dios que entró, tuvimos suerte no cogimos la triquinosis, no te cuento lo que bebimos, en aquel momento sólo pensamos que el jamón era delicioso, la vida nos sonreía, (23 años) por la noche salimos con música callejera a darle serenata a nuestras musas.


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