Construcciones
sencillas
albergan
momentos, de gran intensidad.
Pueblo con huella,
dejada en sus calles,
por gentes
que ya no volverán.
Callejas,
calle cuyo nombre de esta es el de las Peñas, sin ilustres, una calle por
encima de la calle Mártires de la Patria, esta de los Mártires era donde
estaban las recordadas “Las Cuevas” por muchos conocidas y frecuentadas en sus
vacaciones por algunos cerveranos y foráneos, regentada por El Gregor, grande
el Gregor, sólo expongo la situación de la calle por si alguien quiere darse
una vuelta por ella, es corta y sin tránsito de vehículos ni carteristas que
hoy en día abundan por todos lados por necesidad pretoría, una calle como Dios
manda, casas y esta tiene de singular que tiene alguna que otra peña, se puede
salir de ella por lo que antes era el camino al cementerio, ahora camino
cementado y subida por coches a la Ermita de la Virgen. La calle no tiene
muchos vecinos, pero aún es calle y esto es importante, si uno anda por ella y
encuentra su momento de iluminación del sol adecuada, se pueden sacar fotos
agradables y si además te acompaña una guap@ cerverana como modelo, puedes
hacer fotos de portada de revista semanal. Al venir en mi memoria el bar Las
Cuevas me recuerdan buenos momentos pasados en ella ¡qué momentos! A consecuencia otros
recuerdos afloran en mi pensamiento de mi niñez. Los recuerdos a mi edad son
imprescindibles para que el molino de la memoria funcione algo, el recordar no
es vivir en la nostalgia, por lo menos en mi caso, es un estimulo para el
presente para encontrar lo mejor de esta pequeña vida. Cuando yo tenía unos diez
años en la plaza de mi pueblo Balaguer, una plaza porchada una de las grandes
de Cataluña, que algunos cerveranos pisaron en la Contienda, recién terminada la guerra del Alzamiento
Nacional, mi padre un gran seguidor del
General Franco, sus razones él tendría, por las noches de verano en casa nos
daban libertad a los niños para que pudiéramos jugar en la plaza un poco más
entrada la noche, por el calor, donde la plaza estaba iluminada toda con
farolas de unos cuatro y algo más de metros de altura, lo que a mí me llamaba
la atención no era la luz de la farola que nos iluminaba nuestros juegos,
normalmente el “joc era de bales, tots he-ram catalans” de canicas y, aunque
nos obligaban hablar en español nosotros hablábamos nuestra lengua vernácula,
continuo con las farolas y las polillas; si no que alrededor de la luz revoloteaban
gran cantidad de mariposillas blancas (polillas) que me parecía que nacían
daban unas cuantas vueltas y dejaban de existir, el suelo iba quedando blanco,
al día siguiente otra tanda de mariposillas que nacían y morían durante unos
días y siempre verano tras verano, nunca comprendí por qué era tan corto su
tiempo-vida-reproducción, seguramente que entonces ni siquiera sabía lo que
era, en cambio al largo de mi vida siempre lo he tenido presente para darme
cuenta que la vida somos menos que esta mariposillas, ellas daban vueltas a su
pequeño sol artificial toda una vida y morían por naturaleza, nosotros damos
vueltas a nuestro gran sol y nos destrozamos cada día por maldad.
LOS ILUSOS CONTRIBUIENTES
Para que
contar más cosa sobre los que nos gobiernan de aquí y de allí, si somos muchos los
europeístas que ya pasamos de lo que nos cuentan, es triste que uno pierda toda
la fe sobre los gobernantes, bancos, instituciones, presidentes incluso con
ONGs (Organización No Gubernamental), la fe con Dios hace tiempo que se fue en
gloria de ideas más simples, se llega a la conclusión que si uno no miente y roba,
es un capullo, es lo que yo percibo. Inserto un cuento de los Hermanos Grimm
que es más distraído que lo que nos está pasando a los ciudadanos para que uno se dé cuenta que esto no es nada
comparado con las mentiras de nuestros altos mandatarios.
EL CUENTO DE LAS MENTIRAS
Voy a contaros una cosa. He visto volar a dos pollos asados; volaban rápidos, con el vientre hacia el cielo y la espalda hacia el infierno; y un yunque y una piedra de molino nadaban en el Rin, despacio y suavemente, mientras una rana devoraba una reja de arado, sentada sobre el hielo, el día de Pentecostés. Tres individuos, con muletas y patas de palo, perseguían a una liebre; uno era sordo; el otro, ciego; el tercero, mudo; y el cuarto no podía mover una pierna. ¿Quréis saber qué ocurrió? Pues el ciego fue el primero en ver correr la liebre por el campo; el mudo llamó al tullido, y el tullido la agarró por el cuello. Unos que querían navegar por tierra, izaron la vela y avanzaron a través de grandes campos, y al cruzar una alta montaña naufragaron y se ahogaron. Un cangrejo perseguía una liebre, y a lo alto de un tejado se había encaramado una vaca. En aquel país, las moscas son tan grandes como aquí las cabras. Abre la ventana para que puedan salir volando las mentiras.
Estas
mentiras tienen gracia y seguramente verdades de su tiempo con metáfora, pero
las reales que nos cuentan cada día vengan de donde vengan son sangrantes en el
nuestro, ya está bien, los políticos son unos irresponsables están jugando con
lo más sagrado que tenemos, la propia vida de las personas y sus calamidades,
todo por el bien de unos cuantooooos muchoooooos chorizoooos acaparadores
repugnantes y lo que más jode es que son padres de familia respetable y además
se confiesan con Dios y dicen que hacen lo que tienen que hacer y de todo esto
saco en conclusión que muchos que son aporreados por el sistema, aún les dan la
razón. El síndrome de Estocolmo se queda corto.
Mi pueblo Balaguer, postal de mi tiempo niño
Poesía
Mª Isabel Jiménez Garraleta
ADIOS JUVENTUD
Me dolía el almasi no estabas tú
Y me fui a buscarte
en la multitud.
Miro hacia arriba
veo el cielo azul
nunca voverás
"Adiós juventud"
3 comentarios:
Calleja de 'Las Peñas'.
Alpargateras y alpargateros,
alegría y sudor
por el trabajo y las penas.
Pero llega para comer,
y si no,
no faltará un caracol.
Lo que parece desidia,
a cualquiera puede
darle envidia.
Cerveranos de bravura,
esforzados en calle o fábrica,
en los montes y en los ríos,
o a través de los caminos,
arrieros a pie o en montura.
Bueno, chiquet grande, Albert amigo, acabo de escribirte unos versos a botepronto o vuelatecla porque con tu dibujo de 'Las Peñas' no me dejais otra opción.
Al paso que vamos o nos quieren hacer ir, ni caracoles, nos los van a recortar y sólo nos dejarán las limazas. Me ha gustado tú poesía
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