RINCONES
Te
recuerdo
lleno
de vida,
Tus
balcones,
en
fiestas
engalanados.
Con
chiquillos,
jugando
a
ser
toreros.
Loa
años van pasando a ritmo de carrera de fórmula 1, rápidos, no sé, ni me
preocupa el tiempo que pueda vivir, si el cómo, de momento recuerdos de mi
juventud me llenan de alegría y este rincón de la Calle Subida a la Virgen del
Monte, me reviven tiempos pasados vividos con intensidad, un pequeño rincón,
donde uno puede llegar acumular un sinfín de vivencias, qué nada tienen que ver
con este mundo tan cargado de perjuicios, donde todo se hace un nudo hostil que
la final nos llega ha indigestar cada momento que vivimos, sobre todo por la
clase política-liberal y sistemas que tenemos en nuestros contornos de este
afán en ser el primero en todo.
En la
juventud que uno le ha tocado vivir es tan diferente a la actual. No en ser
joven que el fondo es lo mismo, en sus circunstancias son totalmente
diferentes. Ahora me toca vivir la vejez al ritmo de cambios, tan aprisa, que
asimilar las nuevas tendencias se hace difícil. Al dar un repaso a tu vida, ves
que nada tiene que ver a tiempos pasados, aunque todo esté ligado a tu existencia
para comprender lo vivido; solamente quiero interpretar que un pequeño recuerdo
sin importancia que dejaste olvidado en un espacio de tu mente, al cumplir años
puede que te de toda una solución exacta al pasado de tu vida y sea una
resolución por lo vivido.
Difícil de
asimilar la vejez, soy viejo y la vejez también en mí es difícil, no ya por los achaques que uno
pueda tener, que es normal, es por ser viejo y muchas veces no comprender y
aceptar que hay que dejar paso a nuevas ideas de gentes jóvenes que tienen que
vivir su propia vida, que no es la nuestra, por mucho que une se aferre a ella.
En el rincón
vivía el Colas un hombre con sus pensamientos cerrados, yo supe conectar con él
y me llevaba bien, pero como digo era cerrado, igual me pasaba lo mismo a este
catalán cuando conversábamos al sol del medio día en inviernos fríos en la
puerta de su casa o a la sombra de las casas en veranos calurosos, para mí un
buen vecino amigo; estaba la barbería de estilo modernista con silla giratoria
y elevadiza, donde el Gregorio te cortaba el pelo en un santiamén con mucha
soltura y rapaba las barbas calentando un poco el agua para que el jabón
espumara más la barba del hombre del campo que ya estaba dura de una semana de
sol y aire y así dejar paso al filo de la navaja con más suavidad al más
pintado; estaba en Chicoto en la esquina siempre dispuesto con su mula
preparada para ir al campo donde sus viñas le esperaban para que florecieran
con todo resplandor sus cepas de uvas tempranillo, néctar del dios Baco, su
cosecha se transformaba en puro vino donde lo conservaba adormecido durante un
tiempo en su pequeña cueva bodega, para que amigos lo probaran, no en vaso, en
jarra de barro y con cantidad para satisfacer a todos los amigos; en la otra
esquina estaba el Furria todo un señor
alpargatero donde la confección de suelas de cáñamo era para él un primor que
realizaba a las mil maravillas, en tiempos que la alpargata era el calzado de
muchos pobres españoles, sin importarle un sinfín de cosas y causas que pasaran
por este mundo, él y su banco de alpargatero formaban un solo hombre.
Yo supe
convivir con estos amigos, mi casa pertenecía a la calle Subida a la Virgen del
Monte lo mismo que el rincón y esta calle ya empezaba a deshabitarse, sus
moradores buscaban otros lugares donde ganarse el sustento de cada día. Para mí
y familia, era la casa del pueblo, la de vacaciones, ya que nosotros también
nos tuvimos que ir a otros lugares donde el trabajo cotidiano nos diera un poco
más de seguridad…, que no siempre se encontraba.
LA LUZ DEL FINAL DEL TUNEL, SE NUBLA
El túnel es
demasiado largo, la luz se ve muy tenue y pequeña, y mientras vamos recorriendo
el túnel, afuera, el cielo se está nublando y los perfiles se confunden, no
dejan que nuestros ojos puedan ver con toda claridad lo que los señores que nos gobiernan nos
dicen todos los días por estas teles estatales de que la luz se ve al final del
túnel.
El trabajo
para el ciudadano que ahínca trabajar, no es real, es difícil encontrarlo y si
algo se encuentra es deficitario, ver la luz al final del túnel, será, pienso,
para largos años, no se crean puestos de trabajo tan fácilmente, cuando el
gobierno ha dado tanta facilidad en destruirlos, por mucho que me lo expliquen
para mí es difícil de comprender, hay un refrán que dice: después de muerto
Pascual le ponen el orinal y la metáfora me sirve, ya que por dónde empieza uno
a buscar trabajo, si no lo hay, lo habéis fundido en la nada. Primero se
tendría que volver a fomentar y crear industrias y activar pequeños comercios,
si miramos a nuestros contornos vemos como cada día se destruyen más empresas y
comercios con personal incluido, yo así lo veo con mis paseos en bicicleta ya
jubilado por polígonos y calles en donde vivo, se cierran empresas y tiendas
por días.
Recuperar y
volver a un sistema de vida más acorde con las personas que necesitan trabajar
para dar continuidad a la rueda de la circulación del capital, lo primordial:
sería crear empresas para crear puestos
de trabajo y que el capital deseoso de ganar dinero, no fuera tan usurero y
parece que no está por la labor, sólo ve rentabilidad en países de sueldos más
precarios que el nuestro y nos deja a todos con el culo al aire, al final este
sistema nos va a perjudicar a todos ya que la vida cotidiana de cada persona se
ve afectada en menos recursos, dónde, el comprar el sustento de cada día se
hace más precario en los hogares españoles. Los políticos a lo suyo cada día
fomentando los recortes de los ciudadanos, en vez de procurar recortes en
partidas de sueldos de administración-política, gastos reales, pronto, ya se
están preparando para compra de aviones para sus majestades y gobierno,
corrupción y tantos y tantos gastos
superfluos que tenemos que soportar los contribuyentes.
En mis
tiempos jóvenes, se decía que cada español tenía un invitado comensal de piedra
en su mesa todos los días que pagaba su convite, les puedo asegurar, que en el
día de hoy tenemos la pareja de piedra que además de comer y pagar nos chupan
la sangre. De esta manera tenemos túnel-largo
para años y con luz de candil.
HASTA MAÑANA
Me doy la
vuelta en la cama
huelo algo y
no hay nada.
Algo me roza
en los labios
me los palpo
y no hay nada.
Algo me roza
en la frente
me despierto
y no hay nada.
Otra vez
estoy dormida,
una mano me
tocaba.
Me despierto
bruscamente
y otra vez
que no hay nada.
Ya me he
vuelto a despertar
y llego a la
ventana
¡Otra vez el
mismo sueño!
¡Buenos días! ¡Hasta mañana!
Poesías de Mª Isabel Jiménez Garraleta del libro de poesías -Retazoa de mi vida