La rioja: CERVERA DEL RIO ALHAMA - Acuarela del Barranco de Tollo

BARRANCO DEL TOLLO acuarela 33X23

Los Cerveranos todos conocen el Barranco del Tollo, si bien, no todos han conocido a sus vecinos de antaño, cuando el barranco estaba repleto de familias con chiquillos a doquier viviendo el día a día con muchas dificultades y penurias, tengo en mente algo de la situación que en aquellos momentos se pasaba en la calle del barranco; allá por el año 1954 recién cumplido el servicio militar, empecé a rondar o festejar, la que actualmente es esposa de un servidor con todas las consecuencias que lleva el estar casado. Pronto rondaremos los 60 años juntos. Visto desde la actualidad, el estar juntos, es un espejismo, hoy todo es tan rápido que el matrimonio es visto y difuminado.

Según el periódico de Tarragona, donde resido, de cada diez casados, 8 se han divorciado, para mí manera de comprender la vida, esto es un atraso, ya que conlleva un sinfín de problemas añadidos a la vida que por sí ya es difícil, muchas veces el amor del principio conservarlo estriba solamente en comprensión, convivencia y algo de imaginación entre la pareja. El divorcio bien administrado supongo que es una buena aportación a conflictos extremos. ¡Vamos a lo nuestro Cervera!.

Voy a enumerar las cosas que para mi encontré más raras con respecto de donde yo nací que también era pueblo rural como Cervera de similares características.

Año 1954

1º Muchas casas no había agua corriente.

2º)….Para el consumo del agua había una tinaja donde se almacenaba en ella el agua y un puchero para extraerla y servirse para beber y cocinar.

3º)….El WC era el corral, el monte o el río (eso sí, sin multas) El papel de complemento de limpieza, esto era un lujo, con un herbajo o una piedra nos bastaba para la limpieza de residuos de nuestro trasero.

4º)….La ropa se lavaba en el río o en la acequia, según temporadas del cauce del río, junto con los cacharros de cocina y otros enseres

5ª)….La ducha no sé si existía, pero tengo que decir, que la gente mal, no olía, o no lo percibíamos. Yo en un año no sé si me duche, no tengo conciencia de haberlo hecho, me lavaba por partes, de verdad que no me acuerdo el uso de la ducha. Pero les puedo asegurar que a mis años, la piel o cutis la tengo como el retrato del pacto con el diablo de la novela de Dorian Gray, me hago viejo, pero la piel aun conserva bastante de sus orígenes.

6º)….La comida era muy rudimentaria, pero con mucho sabor, buena, sobre todo las verduras, las patatas a la riojana, que ricas son las del Alhama.

7º)….En comparación con los habitantes que tenía el pueblo, había muchos bares y tabernas, donde el servirte un vino era cosa muy fácil, ver lavar un vaso y verlo donde lo lavaban era todo un poema, se metía el vaso en una jofaina llena de agua y te lo volvían a servir como limpio y te lo llenaban de vino, muchas veces le dije al tabernero, después de llevar rato chiquiteando de vinos: -me lo puedes servir otra vez lleno del mismo sitio que lavas el vaso ya que está el agua más negra que el vino-, de verdad estaba negra. En aquel tiempo la cultura de tomar una copa de vino tinto en el bar, en Cataluña no había costumbre, se le tachaba de borracho en mi pueblo.

8º)….La gente del pueblo era muy amable, aparte de responsable y de fiar, cosa que hoy en día tiene sus precauciones. Por citar, a mi me han quitado o substraído dos bicicletas atadas en la fachada de mi casa. Cosa inaudita en Cervera.… Los tiempos vuelan, que es un primor.

9º)….Sus montes y la Peña siempre me llamaron su atención tan metidos en el paisaje del pueblo. Supongo que este fue uno de sus encantos para mí.

10º)…Seguramente, recordando, lo que más me impacto fueron las mujeres mayores con pañuelo en la cabeza y de negro; algunas jóvenes pero sin pañuelo y además vestidas de negro también lo recuerdo; Cervera para un forastero el negro era el color preferido, el luto lo invadía el pueblo y las familias por dos o tres años o de un luto se pasaba a otro luto, habían personas que ni siquiera conocían el vestido de color en su vestimenta; mi esposa se caso de negro, incluso yo, por respetar el luto. En mi pueblo para las mujeres, el luto ya empezaba a ser menos estricto y los hombres con un brazalete negro o corbata ya se podían dar por cumplido y despedido el luto. Esto era más o menos a mis años jóvenes lo que yo percibí del pueblo, aparte de otras cosas que me adapte enseguida.

Esto pasaba en el Barranco del Tollo en Cervera del Río Alhama y en muchas poblaciones de la España rural, tanto de un sitio como en otros, es difícil reconocer que así era; pero el pueblo, no sabía, no contestaba, era analfabeta en todo y en lo político ni te cuento y pienso que aun sigue analfabeta, sobre todo en materia de integrarnos a tantos asuntos españoles que nos competen a todos, somos lo que los políticos nos bombardean en todo momento, una sociedad de anacrónicos esperpentos, nos echen lo que nos echen nos lo tragamos todo.

En una palabra BURROS DE CAPIROTE. Sólo hay que ver las declaraciones del señor COÑETE, con perdón, ¡si ese que piensas!, el que siempre que sale por TV en primeros planos comiendo o degustando algo, el que sus amigos del gobierno lo consideran un cachondo, el de las elecciones EUROPEAS, no me fío que defienda mis intereses…, aun que sean pocos, con los demás también tengo dudas. No me queda otro remedio que votar o no votar, como convencido EUROPEISTA voy a votar… aun no sé a quién, pero de momento es lo que hay y no se debe desperdiciar…, si queremos continuar siendo europeos e intentar que las nuevas generaciones de diputados vean un perfil mejor y sean honrados. Difícil dilema.

MAYO, CUMPLIMOS AÑOS 80-83

No digo con salud total, pero no nos podemos quejar… lo que se dice vamos tirando y de momento hemos cumplido un año más. Lo hemos celebrado en casa con hijos y nietos; todo ha ido de maravillas y al final felicitaciones por parte de todos.

Felicitación de mi hija y mis nietas compartida, un bonito recuerdo del día.

Una de mis nietas la felicitó a su manera, compartida con los demás y otra leyendo su propia misiva que a todos nos gustó por su sensibilidad que reflejaba en ella, en fin un día redondo en familia.