acuarela
ESCALERAS DE LA SOLEDAD
Un cuadro
de las escaleras de la Soledad pintado más de una vez por mí, antes lo pinte al
óleo, ahora no se por qué me atrajo pintarlo a la acuarela sea por comodidad de
recursos de ejecución, difícil o, por la limpieza rápida de los pinceles, sólo
con agua del grifo, plantear otras dificultades diferentes a las del óleo en la
manera de plasmar mis sensibilidades, en otras formas de transmitir algo, que
me repito, no sé ni siquiera si alguna cosa de la que siento sobre el hacer lo transmito a alguien, siempre, por
otra parte difícil de conseguir, no todos estamos capacitados en conseguirlo,
sólo lo consiguen quien está tocado por la varita mágica de los “dioses” y a mí
los dioses sean del signo que sean me la traen floja, no-son-de-mi-agrado o
ellos no les agrado yo, sólo me sirven de comodín en mis solitarios descerebros.
El
saber es un Dios, el no dejarte que te manipulen es un Dios, el saber
comprender es un Dios, el saber ver las libertades es un Dios, el saber actuar
con dignidad es un Dios, la ignorancia es un Dios aprovechada por los que creen
en su propio beneficio, tú y sólo tú eres Dios. ¡Hay de aquél que confía en un
Dios todo poderoso del signo que sea! que negro lo tiene, sin saber a quién va
dirigido el mensaje ¡a un Dios!, ¡a cual! Repito tú eres Dios.
Al
final para mí es conseguir que el motor de mi Dios, este en activo por motivos
de supervivencia de la decadencia de la vejez. Es difícil ver que uno día a día
va mermando sus facultades y más difícil es asumirlas, no hay otra cosa, cosa,
que uno mientras tenga lucidez no tiene porque abandonarse, hay que llegar hasta
el final siempre y cuando uno decida no llegar.
Siempre
me aparto de mis principios de la explicación de la pintura-acuarela, será porque
se me va el bolo mientras dejo que la imaginación vaya a sus anchas y no quiero
interrumpir a mis principios de libertad de pensamiento (que es lo único que
nos queda o nos dejan). Las escaleras de la Soledad y la Ermita, como cerverano
adjunto, no tengo un recuerdo de mis tiempos jóvenes, ya que no la use cómo
sitio de amoríos, mis caminos iban más bien por el barrio de abajo y muy
controlados por la familia ya que el ser catalán entonces y ahora era un
peligro ser de esta comunidad inconformista, muchos nos consideran
interplanetarios por ser cómo somos.
Los
que conocéis la ermita y sus alrededores, sabéis que es un sitio de
tranquilidad y si tenéis pareja mucho más para arrullarse y acurrucarse en su
brazos del amado, aunque en los momentos que vivimos sólo hace falta la pareja,
el sitio es lo de menos o lo que menos importa. ¡Cuanto a cambiado la cosas del
querer! Y… lo que cambiaran, siendo siempre la base lo mismo Comer, Dormir y
Amar lo demás son cuentos chinos.
POBRE DE MÍ…
En el
artículo anterior, Escaleras de la Soledad, se me a escapado la frase, ser
catalán, que frase más horrenda en oídos carpetovetónicos de mal agüero, no
todos son así. Algunos de estos van acelerados, ya están pidiendo al paredón
para dirigentes políticos…, otra vez, no, por favor.
Recién
terminado el servicio militar como cabo furriel, mis servicios con la Patria los
cumplí en el Valle de Aran (finales de los maquis) de climatología de altitud
saludable para mí, allí me di cuenta que una altitud de montaña me beneficiaba; al poco tiempo vine a trabajar a Cervera por la misma razón
el clima, me parecía sería bueno para mis vías respiratorias (asma, note un
gran alivio en Cervera sin ser una altitud sólo 540 m.).
Sea
suerte o no suerte conocí a una castellana entonces de la llamada Castilla la
Vieja, hoy en día, parte, La Rioja, a mí personalmente me siento más a gusto
con esta nueva denominación, ¿será por el vino? No lo sé o mejor dicho si lo
sé, por libertad de sentirme libre de donde quiera ser. Seguramente que
nostálgicos de tiempos pasados notarán a faltar a alguien más de su agrado; lo
puedo comprender ya que enfile en un tiempo este comportamiento de juventud mal
encaminada, disipado hace ya muchos años de culturas renovadas.
Pobre
de mí… ¿Soy catalán? ¿Soy riojano? ¿Soy español? Ahí está el dilema, en tiempos
atrás tenía un dicho o frase que incluso la incruste en encendedores de
publicidad para mis amigos contradictorios de manera de pensar. La pensé en su
momento y aun me sirve como guía, tal vez sea egoísta en el pensar, pero así lo
siento: Primero. Soy de mi pueblo, de mi idioma, de mi comunidad, al casarme,
de mi familia con sus consecuencias, de mi autonomía y siguiendo esta pauta soy
español y europeo, si sigo la escalera de prioridades y continuando con la
pauta soy ciudadano del mundo, lo que nunca seré por principios ser ciudadano
del mundo sin pasar primero por los cimientos; duda del que se deja el
principio y de golpe se auto-define Ciudadano del Mundo. ¿Ama a todos? o ¿No ama
a nadie?. Por mucho que digan los políticos que se definen patriotas
“españoles” o “catalanes” en ser universales. La libertad de pensamiento está por encima de sus
chanchullos.
REFLEXION
Antes, como muchos, me sentí universalista y aspiré a ser ciudadano del mundo; luego me he ido replegando sobre mi mismo, y hoy me parece demasiado extenso.
Pío Baroja
REFLEXION
Antes, como muchos, me sentí universalista y aspiré a ser ciudadano del mundo; luego me he ido replegando sobre mi mismo, y hoy me parece demasiado extenso.
Pío Baroja
DAME HERIDAS Y LÁGRIMAS
Dame
heridas y lágrimas
para
así poder curar
con
heridas y con lágrimas
a los
qué conmigo están.
Es
todo tan sencillo
¿para
qué hacerlo mal?
si
sólo sufre uno
que
no sufra nadie más.
No sé
si debo decirlo
pero
me atrevo a pensar
si me
comparo con Cristo
¿a
quién puede hacerle mal?.
Poesía
de Mª Isabel Jiménez Garraleta del libro de poesías –Retazos de mi vida-.
No hay comentarios:
Publicar un comentario