Óleo
CAMINO VERDE, PAISAJE DESDE CATORRES
Sé
que lo que digo es incoherente, al ver, a veces, mis pinturas, en este momento
de mirar el cuadro y empezar a describirlo cómo pintura mía, no tengo idea de
este momento en que lo pinte, seguro que es mío, ya que este camino lo he
recorrido tantas veces que la memoria se me acumula y pierdo el oremus de
tantos paisajes pintados; Cervera para mí ha sido un laberinto de ideas fáciles
de digerir, seguramente para muchos cerveranos lo han tenido más difícil de
asimilar por circunstancias adversas y, el único camino a sido emigrar a otros
lugares, dejando sus lindos rincones a otros emigrantes de diferentes procedencias,
en este caso, el mío un catalán de Lleida-Balaguer que supo encontrar su
pequeño paraíso terrenal en este pueblo encabritado de montes.
Desde
el camino verde de Catorres, o en todo el recorrido del Camino Verde, sus
vistas de los paisajes cerveranos, siempre te resultan agradables en cualquier
momento del día, siempre que tus ojos sepan otear; somos muchos que andamos sin
saber pasear lo que nos deja ver nuestro entorno, es tanto lo que dejamos de
ver y que tal vez nunca más veras, a mi vejez, cada día aprecio más el contemplar
un chopo plateado que no se si lo volveré a mirar en la ribera del Alhama y no
te digo de un Nogal con sus palillas a punto de hacer una ratafía de nueces,
¡qué buena! Una copita después de una buena comida casera te deja a punto para
cantar. Seguramente la Ratafía no es oriunda de estas tierras, consiste: en
coger el fruto de la nuez cuando es palilla y macerarla en alcohol de vino
junto con unas cuantas nueces (palillas) unos cuarenta días a sol y serena, el
resultado es Ratafía de nueces, su color es como la nogalina, se rebaja con
agua al gusto de los grados de cada uno.
Miro
y remiro el día que pinte este cuadro pero no consigo su fecha exacta de cuando
lo pinte, pero por su manera de ejecutar la pintura seguramente será de los
años 2007 cuando aun me movía con cierta soltura por todos los lugares del
contorno del pueblo de Cervera del Río Alhama, cómo pueblo, ¡qué pueblo! Hermoso,
ignorado a veces por sus conciudadanos
en su manera de conservación de sus viviendas.
UN AMIGO NOS HA DEJADO, DON SANTIAGO RUIZ
Hay
días que las malas noticias rondan por los alrededores de uno, hoy veintiuno de
Agosto de dos mil quince a sido uno de ellos. Un buen amigo de mi familia y del
pueblo, además amigo de muchos amigos de Facebook, nos ha dejado, su página ya
no se regenerará más, sus investigaciones históricas sobre el Valle
Alhama-Linares se han finiquito, siempre nos queda el consuelo de que su blog
no se cierre y podamos consultar de sus escritos que tan detalladamente y
precisión nos tenía acostumbrado. Muchas veces le decía –la historia no está
hecha para mí, me lio con tantos nombres-, me contestaba: sin pasado no
podríamos vivir, seguro que tenía razón, él, para muchos nos deja un pasado, lo
que es para mí seguro que lo tendré presente lo que me quede de vida.
Amigo
descansa en paz, para los mortales estoy seguro que es el único sitio donde de
verdad nuestro cuerpo descansará por los siglos de los siglos con armonía con
la paz. Te recordaremos los que te hemos conocido con cariño.
ANDAR, ANDAR, ANDAR
Tantas
nubes en el cielo,
tanto
barro en el camino,
tanto
miedo por andar.
Andar
buscando un sendero,
que
abra nuevos caminos
para
poder respirar.
Andar
abriendo laderas
por
el monte, por la sierra,
por
el río por la mar.
Andar
con fe y esperanza,
sin
miedo, con confianza,
y
volver a comenzar.
Poesía de Mª
Isabel Jiménez Garraleta del libro - Retazos
de mi vida
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