Óleo
CAMINO VERDE Y LA PEÑA
Sí,
esto es también Cervera del Río Alhama, solamente un camino, un camino cercado
con barrotes de pino, no es que entienda de maderas, estos son parecidos por lo
menos a troncos de pino encastrados con más garrotes de pino clavados en el
suelo, para proteger al viandante de sus propias locuras o torpeces de que no
se caiga en cualquier lugar del camino, por otra parte, creo y entiendo que si
la cerca allí en el camino dejara de existir, no sería un problema para el
propio andarín del camino ya que un peligro eminente, como tal, no existe.
Dejemos cómo que no está mal que la cerca este donde está, ya que incluso a la
vista del caminante le da un aire de camino pirenaico y categoría de bien hacer
al Camino Verde, lo único que pretendo es decir que como tal camino, de vez en
cuando, pase alguna apisonadora o pase alguna pequeña brigada y le dé un repaso
al camino, el caminante de mayor edad se
lo agradecerá el joven seguramente ni lo notará ya que sus piernas son
hercúleas, pero sin pensarlo se dirá que bien conserva el Ayuntamiento sus
lugares de regocijo para los cerveranos y por qué no, para los posibles
turistas, ¡si cerveranos! los turistas también cuentan, son unos más y además
necesarios aunque algunos cerveranos retrógradas, digan una palabra usual: que se jodan. -No los
necesitamos-.
Cuadro
pintado desde el camino de Catorres, es el principio del camino de Nisuelas,
aunque no se vea Nisuelas está en la revuelta en cambio se ve un poco el barrio
de arriba y cómo no la tan querida peña del castillo, símbolo en el escudo de
Cervera del Río Alhama.
LA VEJEZ, QUE …
A mis
años no quiero ser viejo, pero lo soy, el día a día no diré que sea caótico
¡no! si difícil, por muchas consecuencias que las circunstancias de los años
nos llevan a ellas, primero que todo él, amor ¡ay! el amor, vamos a ponerle
nombre ¡Ay! el sexo, por el suelo se arrastra, eso si, no tiene que decaer a
nuestra edad por lo menos la ilusión del temperamento para que no sea desesperante
en uno mismo, después hay tantas cosa buenas por conocer en este caprichoso
mundo de disgustos, digamos secundarias en nuestro quehacer diario o primarias
según la importancia; como ver el sol en todo su esplendor y más cosas…, y sus
puesta, también hay realidades; que si la artrosis, las arterias, un ictus, que
si la memoria, que si la sordera, que si el corazón, que si lo sexual está en
declive, que sí, es que si, todo en declive por los años, en fin una tal
cantidad de cosas que más bien es dejarlas de enumerar las malas. No llego a la
pezuña del dedo gordo con las tijeras para acicalarlas y la vista no puedo
detectar si se me pone negra o amoratada, casi prefiero decir en mi caso que lo
único que no me duele son las uñas de las manos por que la de los pies ya no estoy
seguro si me duelen, no las controlo. Los años pasan, pero que tú como tal,
estás en puertas y si llegas por acumulación de años no te librarás de estos
achaques generacionales que pasarás y por eso digo: la vejez que… mala o buena
es . También tengo que decir ¡ojala todos lleguéis a viejos! Y montar en bici
para darse paseos por donde sea de vuestro agrado, es maravilloso y una suerte
poder hacerlo. Solamente por poder apreciar que ser viejo es toda una eternidad
para cada uno, que si puede y, las uñas es el único mal que tienes, a la porra toda,
la única solución está en no pensar y vivir tu momento.
YA VENDRA
No sé
como aguanta el frío y la soledad.
Está
esperando “algo” que nunca más volverá.
Reclama
muy alto “la libertad”.
Ella
se repite: “ya vendrá, ya vendrá”.
Y
sigue metida en su mundo, su mundo de soledad.
Ya
terminó el aire apestoso de humanidad.
Está
esperando en su isla a que vuelva la libertad.
Poesia
de Mª Isabel Jiménez Garraleta del libro –Retazos
de mi vida-
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